Ilusiones.

Queda muy poco tiempo, demasiado poco.  Y odio ese nerviosismo y esas ilusiones estúpidas tan típicas de las personas, en serio, si pudiera elegir dejaría de estar en este asqueroso cuerpo y sería... no sé, un conejito salvaje, o un pájaro que pudiera volar lejos de aquí, muy lejos... en algún lugar que nadie conozca.
¿Y qué pasa con las ilusiones? ¿Por qué no podemos vivir sin ellas? Cuando las ilusiones se rompen, te sientes como una mierda, dejas de ser persona para convertirte en una gran mierda apestosa que todos aprovechan para pisotear.


Y por cierto, hay una cosa que hago mucho desde pequeña. Mirar a las personas que pasan por delante de mi, e imaginar en qué estarán pensando, dónde vivirán, en qué creerán, a dónde se dirigirán... 
Cuando veo a gente muy estúpida, me pregunto si realmente lo serán de verdad, si pensarán las estupideces que sueltan o solo es una máscara para ser respetada por los que quieran que sean los componentes que forman su vida social...
Es extraño porque no me importan las personas, nada, pero a la vez siento mucha curiosidad hacia ellas, hacia lo que hay dentro de ellas, hacia sus pensamientos, sí, no sé. Cuando hablo con alguien inteligente me siento tranquila y alegre, cuando intento hablar con alguien que no sabe ni de qué hablo, le tomo mucho asco y me enfado. Odio que las personas influyan tanto en mi...


Yo quiero vivir en ese mundo inalcanzable que me persigue desde siempre. Es bonito.