Importancia.

Cuando hablas con personas que te importan, te das cuenta de multitud de cosas que se ocultan en alguna parte de ti.
Por ejemplo, si de verdad esa persona está siendo sincera contigo. Te preguntas cómo es en realidad y qué pensará lejos de lo que muestra. Te das cuenta de que nos tenemos idealizados unos a otros, de que tú mismo eres muy diferente a lo que el resto piensa de ti.
Y entonces, ¿qué sabemos de las personas? ¿Llegamos a conocer a alguien? ¿Llegan a ser más importantes para nosotros personas que ni siquiera son sinceras, que las que nos dan motivos para creerlas y quererlas? ¿En qué momento comienzan a importarte las personas? ¿ Se pierde el amor hacia ellas, o perdura hasta el fin de nuestros días? ¿Nos quieren de la misma forma?

Las personas somos mundos complejos que a su vez nos escondemos en otro pequeño mundo que es nuestra fachada.
Algunas fachadas no son muy difíciles de romper, pero nunca llegamos a su profundidad máxima.

Qué extraños somos, cuántas cosas nos quedan por conocer de nosotros mismos.